Se llama Grigori Perelman, vive en San
Petesburgo con su madre, que con su pensión y lo que gana dando clases
particulares de matemáticas va viviendo. Acaba de ganar un premio de un millón
de dólares por resolver un problema (la conjetura de
Poincaré) planteado en 1904, y considerado uno de los 7 Problemas del
Milenio. Pues lo sorprendente son dos cosas, primero haber resuelto un
problema que llevaba más de un siglo ahí para que alguien diera el
resultado, y segundo, no acudió a la entrega del premio de trofeo y
millón de dólares, que se organizó en Paris, les dio plantón y no se presentó,
por algo tiene fama de carácter difícil y huidizo. Pero yo creo que una cosa es
no ir al acto público de recoger el premio, y otra cosa renunciar al premio,
será raro, pero, ¿tanto?.
El cerebrito vive alejado de la sociedad, no
aparece en público (si no apareció para cobrar el millón, no creo que aparezca
para dar una conferencia o una rueda de prensa), lleva barba, va cargado de
crucifijos y un rosario en el bolsillo. Su casa está totalmente decorada con
iconos.
Pero..., ahora viene lo bueno, dice haber
logrado probar la existencia de Dios. Imagínense que premio le puede caer
por esto, si por un problemilla de mates consiguió el millón.....
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